Estilos de desarrollo

Ana Grondona. Socióloga, inves­ti­ga­do­ra y docen­te en la Universidad de Buenos Aires. Coordina el Fondo Carlos Mallmann en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini.

Ciudad: San Carlos de Bariloche, Buenos Aires, Caracas, Santiago de Chile, Lima.
Productor: Pensamiento Latinoamericano en Ciencia, Tecnología y Desarrollo (PLACTED)
Personas Vinculadas: Carlos A. Mallmann, Jorge Sábato, Enrique Oteiza, Amílcar O. Herrera, Helio Jaguaribe, Osvaldo Sunkel, Graciela Chichilnisky, Gilberto C. Gallopin, Jorge E. Hardoy, Diana Mosovich, Gilda L. de Romero Brest, Carlos E. Suárez, Luis Talavera, Oscar Varsavsky
Ubicación: Fondo Carlos Mallmann – Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini ; Fondo Varsavsky Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas (CeDInCI)
Tipo: Economía

El tér­mino más gene­ral “esti­los de desa­rro­llo” (…) alude a que hay muchos futu­ros posi­bles si bien no impli­ca que se estén cons­tru­yen­do de mane­ra cons­cien­te: todo pro­yec­to defi­ne un esti­lo, pero hay esti­los no pro­yec­ta­dos por nadie explí­ci­ta­men­te. Así lo que nos des­cri­ben los futu­ró­lo­gos es un esti­lo “con­su­mis­ta”: extra­po­la­ción mecá­ni­ca de lo que viene ocu­rrien­do, o ten­den­cia más o menos “espon­tá­nea”. Nuestro tema será, pues, la pre­pa­ra­ción de Proyectos Nacionales rea­li­za­bles y las estra­te­gias –eco­nó­mi­cas, socia­les y polí­ti­cas– que per­mi­tan rea­li­zar­los. Definición y via­bi­li­dad de los obje­ti­vos desea­dos son los dos aspec­tos a tener siem­pre en cuen­ta

(Oscar Varsavsky, 1971)

El deba­te sobre los “esti­los de desa­rro­llo” en América Latina entre 1968 y 1980 repre­sen­tó un momen­to clave en la crí­ti­ca al opti­mis­mo desa­rro­llis­ta y a las crí­ti­cas neo­mal­thu­sia­nas, como la pro­pues­ta por el mode­lo Los lími­tes del cre­ci­mien­to vin­cu­la­do al Club de Roma. Cuestionó tanto los obje­ti­vos como las vías del desa­rro­llo, plan­tean­do alter­na­ti­vas cen­tra­das en las nece­si­da­des huma­nas y en el recha­zo al con­su­mis­mo y la alie­na­ción carac­te­rís­ti­cos del mode­lo esta­dou­ni­den­se. Para esto últi­mo resul­ta­ba vital rede­fi­nir las nece­si­da­des huma­nas, dis­tin­guien­do las ver­da­de­ras de las indu­ci­das por la publi­ci­dad y las diná­mi­cas capi­ta­lis­tas. Las dis­cu­sio­nes sobre esti­los de desa­rro­llo fue­ron emi­nen­te­men­te pro­po­si­ti­vas. Uno de sus ras­gos prin­ci­pa­les es que incor­po­ra­ron mode­los mate­má­ti­cos y simu­la­cio­nes compu­tacio­na­les para demos­trar la via­bi­li­dad de sus hori­zon­tes.

Estos deba­tes se des­ple­ga­ron en el seno de lo que se cono­ce como Pensamiento Latinoamericano en Ciencia, Tecnología y Desarrollo (PLACTED), un movi­mien­to inte­lec­tual que emer­gió entre las déca­das de 1960 y 1970, inte­gra­do por espe­cia­lis­tas en polí­ti­ca cien­tí­fi­ca, tec­no­lo­gía y pla­ni­fi­ca­ción, cuyo obje­ti­vo era repen­sar esas cues­tio­nes desde una pers­pec­ti­va crí­ti­ca y situa­da en las pro­ble­má­ti­cas espe­cí­fi­cas de América Latina. Entre sus pro­ta­go­nis­tas des­ta­can Oscar Varsavsky, Amílcar Herrera, Hugo Scolnik, Carlos Mallmann, Sara Rietti, Graciela Chichilnisky y Gilberto Gallopin, quie­nes gene­ra­ron pro­pues­tas que bus­ca­ban alter­na­ti­vas via­bles y utó­pi­cas al mode­lo desa­rro­llis­ta.

Oscar Varsavsky, desde el Centro de Planificación Matemática, plan­teó esti­los de desa­rro­llo alter­na­ti­vos basa­dos en la crea­ti­vi­dad, la diver­si­dad cul­tu­ral y la par­ti­ci­pa­ción demo­crá­ti­ca, cri­ti­can­do la moder­ni­za­ción imi­ta­ti­va. Su “Proyecto CREAtivo” o “Estilo Pueblocéntrico” prio­ri­za­ba for­mas colec­ti­vas de pro­pie­dad y la auto­no­mía tec­no­ló­gi­ca, con­fron­tán­do­se con el mode­lo “CONSUmista” (o “Estilo Empresocéntrico”), orien­ta­do por el des­pil­fa­rro y la depen­den­cia tec­no­ló­gi­ca. Entre 1973 y 1974 llevó estas pro­pues­tas al “Centro de Estudios de Participación Popular” en Perú, invi­ta­do por Darcy Ribeiro, y luego par­ti­ci­pó del “Plan trie­nal para la recons­truc­ción y la libe­ra­ción nacio­nal 1974–1977” del ter­cer gobierno de Juan Domingo Perón, donde encon­tra­mos mar­cas del deba­te sobre esti­los de desa­rro­llo. 

Por su parte, la Fundación Bariloche, diri­gi­da por Carlos Mallmann, pre­sen­tó el Modelo Mundial Latinoamericano (MML), coor­di­na­do por Amílcar Herrera y Hugo Scolnik, como una alter­na­ti­va al mode­lo del World 3 publi­ca­do en 1972. Según este últi­mo, sin cam­bios en las ten­den­cias glo­ba­les, el cre­ci­mien­to eco­nó­mi­co y pobla­cio­nal lle­va­ría al colap­so ambien­tal y social hacia media­dos del siglo XXI. El MML fue un mode­lo nor­ma­ti­vo que pro­po­nía la satis­fac­ción de las nece­si­da­des bási­cas (ali­men­ta­ción, vivien­da, edu­ca­ción y salud) como obje­ti­vo cen­tral, con­si­de­ran­do las des­igual­da­des estruc­tu­ra­les entre el Norte y el Sur glo­bal. Demostró mate­má­ti­ca­men­te que los lími­tes al desa­rro­llo eran socia­les y polí­ti­cos, no físi­cos, y pro­yec­ta­ba la posi­bi­li­dad de alcan­zar un desa­rro­llo igua­li­ta­rio y en armo­nía con el medio ambien­te.

En 1976 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) incor­po­ró el para­dig­ma de “nece­si­da­des bási­cas”, sobre todo toman­do apor­tes del MML, como eje cen­tral para el desa­rro­llo. Por su parte, en 1978, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), tam­bién recu­pe­ró estas dis­cu­sio­nes y lanzó el pro­yec­to Estilos de desa­rro­llo y medio ambien­te en la América Latina, lide­ra­do por Osvaldo Sunkel y Nicola Gligo, que buscó inte­grar la dimen­sión ambien­tal en los deba­tes. 

El auge de estas pro­pues­tas se vio trun­ca­do por las dic­ta­du­ras en la región y el auge del neo­li­be­ra­lis­mo en los años ochen­ta. A pesar de su rela­ti­vo olvi­do, las dis­cu­sio­nes sobre esti­los de desa­rro­llo repre­sen­tan un capí­tu­lo sin­gu­lar y rele­van­te en la his­to­ria del pen­sa­mien­to lati­no­ame­ri­cano, des­ta­cán­do­se por su capa­ci­dad para ima­gi­nar alter­na­ti­vas al orden glo­bal desde una pers­pec­ti­va crí­ti­ca y eman­ci­pa­do­ra. Su lega­do per­sis­te en pro­pues­tas como el desa­rro­llo a esca­la huma­na y los para­dig­mas de nece­si­da­des bási­cas insa­tis­fe­chas, que reto­man muchas de las nocio­nes allí ges­ta­das.

Referencias

Libros y publi­ca­cio­nes aso­cia­das: 

Fundación Bariloche. (1976). Catástrofe o nueva socie­dad: Modelo Mundial Latinoamericano. Buenos Aires: Fundación Bariloche.

Meadows, D. H., Meadows, D. L., Randers, J., & Behrens, W. W. (1972). The Limits to Growth: A Report for the Club of Rome’s Project on the Predicament of Mankind. New York: Universe Books.

Scolnik, H. (2004). Una pers­pec­ti­va his­tó­ri­ca per­so­nal del Modelo Bariloche. En Herrera, A., Scolnik, H., et al., ¿Catástrofe o nueva socie­dad? Modelo Mundial Latinoamericano: 30 años des­pués (pp. 20–45). Ottawa: IDRC.

Pinto, A. (1976). Estilos de desa­rro­llo en América Latina. Revista de la CEPAL, 10(1), 5–22.

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