
DIaléctica de la dependencia
Martín Arboleda. Académico Escuela de Sociología Universidad Diego Portales y miembro de Modernismo Latinoamericano.
Lejos de interpretar las realidades de la lucha de clases en América Latina exclusivamente, el enfoque analítico de Marini revela la unidad de la clase trabajadora global. La superexplotación, que Marini identificó como la determinación de las formaciones sociales dependientes, es hoy en día también evidente en trabajadores y trabajadoras del Norte Global. Como miembros de una clase trabajadora global, (este texto) nos demuestra que deberíamos hacer parte de una misma conversación
– Amanda Latimer, 2022
El libro Dialéctica de la dependencia, publicado en México en 1973 por Ediciones Era, es sin duda uno de los hitos más relevantes del pensamiento marxista en América Latina. Escrito por Ruy Mauro Marini en Santiago de Chile durante los años de su primer exilio, Dialéctica de la dependencia se convirtió rápidamente en un texto canónico en el debate latinoamericano sobre la dependencia, el desarrollo y el subdesarrollo. Si bien existía una gran cantidad de literatura sobre esta temática en la región, la originalidad del libro consistió en el hecho de que Marini fue el primero en emplear las categorías de la crítica marxiana de la economía política para explicar el modo concreto en que las economías latinoamericanas se vinculan a la división internacional del trabajo como proveedoras de materias primas. En particular, la lectura de Marini vendría a tensionar la tesis del “desarrollo del subdesarrollo”, de André Gunder Frank, que postulaba que las economías latinoamericanas se encontraban atrapadas en un patrón de extracción colonial del excedente económico que se originó en el siglo XVI tras la conquista, y que continuaba en la posguerra bajo nuevas formas. Para Marini, sin embargo, la situación dependiente de las economías latinoamericanas no correspondía a una intensificación de la dominación mercantil del colonialismo, sino que presuponía un cambio cualitativo; es decir, implicaba una diferencia de orden y no de grado.
Con la consolidación de la industria pesada – esto es, la producción de máquinas por máquinas – en el siglo XIX en Inglaterra, Marini argumenta que el modo de producción capitalista despliega por primera vez su propia base técnica, y con ello da origen a una forma históricamente novedosa: la división internacional del trabajo como el modo en que se manifiesta la unidad mundial de la acumulación del capital bajo el control de la tecnología industrial por los países imperialistas. En este marco, la participación de América Latina en el mercado mundial contribuirá a que el eje de la economía industrial se desplace de la plusvalía absoluta (producción por el trabajo vivo) hacia la plusvalía relativa a partir de la intensificación tecnológica de la producción. Porque las materias primas provenientes de América Latina permitieron abaratar el costo de la fuerza de trabajo en las economías industriales, estas últimas pudieron especializarse en la transformación de las condiciones técnicas de la producción. Por el contrario, y de acuerdo con Marini, el desarrollo de la producción latinoamericana – que permitió impulsar el cambio cualitativo de la industria en países centrales a partir del aumento de la plusvalía relativa – conlleva una mayor explotación del trabajador. A través del concepto de “superexplotación”, Marini argumenta que en las economías exportadoras latinoamericanas la fuerza de trabajo se remunera por debajo de su costo de reproducción. Esto, a su vez, conlleva la coexistencia del trabajo asalariado con circuitos extra-mercantiles de subsistencia. Con esta tesis, Marini también logró elaborar un contrapunto a las teorías estructuralistas que consideraban que la desigualdad entre países se origina en el intercambio desigual. La gran contribución de Dialéctica de la dependencia consiste en haber desarrollado una explicación materialista de la organización desigual del sistema interestatal, ubicando sus fundamentos en el proceso de producción y en el despliegue de la forma-valor.
Anticipándose a las teorías de compulsión social impersonal que se popularizarían más tarde en el marxismo occidental, Dialéctica de la dependencia sugiere que la acumulación dependiente se distingue de la extracción colonial del excedente porque no encuentra su fundamento en la fuerza extra-económica. En palabras de Marini, “a medida que el mercado mundial alcanza formas más desarrolladas, el uso de la violencia política y militar para explotar a las naciones débiles se vuelve superfluo, y la explotación internacional puede descansar progresivamente en la reproducción de relaciones económicas que perpetúan el atraso y la debilidad de esas naciones” (Marini 2015 [1973]: 120). En diálogo con el enfoque de “reproducción dependiente” desarrollado por Vânia Bambirra en su libro El capitalismo dependiente latinoamericano, Marini muestra que el proceso industrial de los países de la periferia empieza a depender cada vez más de los avances tecnológicos de los países centrales. En consecuencia, los primeros se transforman en mercados para los bienes de capital (máquinas-herramientas y otros instrumentos técnicos) producidos por la industria pesada de los segundos, y con ello se genera una desnacionalización del aparato productivo latinoamericano, abriendo paso a su control por el capital extranjero. También, Dialéctica de la dependencia avizora las manifestaciones incipientes de una nueva división internacional del trabajo, en la que las etapas inferiores de la producción industrial se empiezan a transferir a países dependientes (como sería más adelante la maquila), consolidando así un sistema jerárquico de reproducción del desarrollo científico-tecnológico a escala transnacional.
Uno de los aspectos más destacables de Dialéctica de la dependencia es quizás el hecho de que fue pensado y escrito en el marco de una intensa actividad militante por parte de su autor. Miembro del partido Política Operária (POLOP) en Brasil, Marini es perseguido tras el golpe de 1964 contra el gobierno de João Goulart, siendo encarcelado y torturado por el Centro de Inteligencia Naval en ese mismo año. Posteriormente se exilia en Chile, donde se incorporaría al Movimiento Izquierda Revolucionaria (MIR). El rol de Marini en el MIR fue destacado, al punto en que fue nombrado miembro de su comité central, y sus compañeras y compañeros se referirían a él con cariño y admiración como “el maestro”. En sus memorias, Marini incluso argumenta que su actividad militante en Chile le impidió escribir su plan original para Dialéctica de la dependencia, viéndose obligado a publicar una versión mucho más corta pero que pudiera incidir en los debates teórico-estratégicos de su momento. De hecho, la transformación de este libro en un fenómeno global también se debió a la vocación internacionalista de Marini. Una copia mimeografiada del Centro de Estudios Socioeconómicos (CESO) de la Universidad de Chile ya venía circulando desde 1972, donde dio origen a diversos seminarios de discusión académica y formación militante en México. Posteriormente, la participación de Marini en la conferencia Afro-Latinoamericana de 1972 organizada por Samir Amin en Dakar, Senegal, le dio al borrador de Dialéctica de la dependencia una amplia circulación internacional a lo largo del entonces Tercer Mundo.
En años subsiguientes a la publicación de la edición de Era en México en 1973, aparecieron traducciones de este libro al alemán, italiano, holandés y portugués. Recientemente, la primera edición inglesa del libro fue publicada en 2022 por la editorial estadounidense Monthly Review, con una estelar introducción de su traductora, Amanda Latimer. Parte de lo que hace de Dialéctica de la dependencia un artefacto tan inquietantemente modernista es el hecho de que no se funda en aquella escisión entre la teoría y la práctica que es tan característica del marxismo occidental – y de gran parte de la academia contemporánea. Por el contrario, este libro encarna la idea leninista de que la teoría solamente deviene fuerza material cuando se desarrolla en conexión íntima con la actividad práctica de las masas. Es la arqueología de un tipo de pensamiento que impulsó grandes conquistas sociales, y que aún en la derrota, supo combatir. Más que un libro, Dialéctica de la dependencia encarna un momento en la búsqueda de la clase trabajadora global por alcanzar su autocomprensión crítica y científica, y por transformarla en praxis sensible. Si bien ha sido objeto de diversas críticas y polémicas, algunos de los presupuestos más fundamentales – así como las tareas políticas que éstos conllevan – de este clásico latinoamericano se mantienen plenamente vigentes.
Referencias
Libros y publicaciones asociadas:
Giller, Diego. (2016). Los años dependentistas: algunas cuestiones en torno a Dialéctica de la dependencia. Documento de trabajo CLACSO (disponible en https://biblioteca-repositorio.clacso.edu.ar/bitstream/CLACSO/11120/2/DG2015.pdf).
Kay, Cristóbal. (2024). Latimer, Amanda y Osorio, Jaime (eds), The Dialectics of Dependency. Nueva York: Monthly Review Press. Reoriente 3(1): 224–230.
Latimer, Amanda. (2022). Situating Ruy Mauro Marini (1932–1997): Movements, Struggles and Intellectual Communities. En Marini, Ruy Mauro. The Dialectics of Dependency. Nueva York: Monthly Review.
Marini, Ruy Mauro. (2017 [1973]). Dialéctica de la dependencia. En Carlos Eduardo Martins (ed), Ruy Mauro Marini: América Latina, dependencia y globalización. México DF: Siglo XXI.
Olave, Patricia (ed). (2013). A 40 años de Dialéctica de la dependencia. México DF: Universidad Nacional Autónoma de México.
Osorio, Jaime. (2013). Sobre dialéctica, superexplotación y dependencia: notas sobre Dialéctica de la dependencia. Argumentos 26(72): 57–73.
Otros enlaces:
https://marini-escritos.unam.mx/
https://www.marxists.org/portugues/marini/index.htm
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