
Instituto de Arte Latinoamericano
Claudia Cofré Cubillos. Investigadora, docente y curadora. Doctora en Artes de la Universidad Complutense de Madrid, España. Es coautora del libro El Arte como Revolución (Metales Pesados, 2022); y Mario Pedrosa y el Cisac. Configuraciones afectivas, artísticas y políticas (Metales Pesados, 2019).
“El IAL cree que no basta solo con estudiar y difundir el arte, sino que es fundamental la discusión abierta con los artistas, los críticos y el pueblo para enfrentarse a los problemas de nuestro arte y de su valor como lenguaje y para programar una acción conjunta que sea a la vez una toma de conciencia y una motivación revolucionaria.”
— Miguel Rojas Mix, 1970
Al compás de una agitada situación política marcada por la Reforma Universitaria, los debates socioeconómicos, culturales y artísticos de la época, en el contexto de la Teoría de la Dependencia y la Guerra Fría, y durante el mismo mes en que Salvador Allende asume la presidencia de Chile, surge el Instituto de Arte Latinoamericano (IAL), perteneciente a la Universidad de Chile. Creado por Decreto Universitario el 29 de diciembre de 1970, esta institución fusiona en una sola orgánica al Instituto de Extensión de Artes Plásticas y al Centro de Arte Latinoamericano.
El IAL fija entre sus prioridades la necesidad de reflexionar sobre las formas de expresión y definiciones culturales de los pueblos latinoamericanos y aportar a la creación de una conciencia común basada en la historia compartida de pueblos colonizados. Como institución artística, se plantea analizar la configuración del arte latinoamericano y advertir críticamente los aspectos de dependencia y servidumbre frente al “arte noroccidental”.
El instituto tuvo como propósito fundamental una tarea inexistente hasta ese momento: el estudio sistemático del arte latinoamericano. Esta labor se divulgaría en una revista llamada “Arte Latinoamericano”, la creación de una biblioteca especializada, y la realización de exposiciones, encuentros y foros, entre otras actividades. El IAL alojó labores de docencia y extensión, teniendo entre sus miembros a los investigadores internacionales Mário Pedrosa y Aldo Pellegrini, y colaboró con instituciones por fuera de la Universidad de Chile, como la Central Única de Trabajadores (CUT), entre otras de Chile y Latinoamérica.
Respecto a las publicaciones, destacan aquellas pertenecientes a la serie de Cuadernos de Arte Latinoamericano, editadas por Miguel Rojas Mix, director y fundador del IAL, y publicadas por la Editorial Andrés Bello. Otras publicaciones del instituto fueron resultado de exposiciones realizadas en la Sala Universitaria. De la misma forma, dos ediciones que destacan en los inicios del IAL son las que aparecen en los Anales de la Universidad de Chile: la separata dedicada al instituto en 1971, que difundió los primeros planteamientos artísticos y políticos del IAL, junto a los proyectos de exhibiciones, publicaciones y extensión que esperaban realizar.
Desde estos materiales es posible abordar los encuentros de artistas que el IAL organizó. Instancias entre artistas de distintos países de la región y teóricos latinoamericanos. La idea de estos encuentros era propiciar debates que conformaran una escena crítica sobre el arte en un contexto revolucionario. El primer encuentro se organizó en conjunto con la Casa de las Américas de La Habana con motivo de la Primera Bienal Chileno-Cubana en 1971. El segundo fue el Encuentro de Artistas del Cono Sur, realizado en Santiago de Chile entre el 3 y el 15 de mayo de 1972. Se pensaba realizar un tercer encuentro, el Encuentro de Artistas del Mundo Andino, que no llegó a concretarse. Posterior al golpe de Estado en Chile, se realizó en Cuba el Segundo Encuentro de Plástica Latinoamericana en octubre de 1973, con la finalidad de denunciar la violenta interrupción de la Unidad Popular.
La extensión universitaria fue otro de los pilares fuertes del instituto, que incluía la participación y confluencia de distintas actividades artísticas y culturales que permitían conectar la institución universitaria con la comunidad. Era decisivo para el arte de la época el contacto directo con la sociedad y el deseo de contribuir en la transformación de la vida.
Asimismo, como parte de las funciones que el IAL heredó del Instituto de Extensión de Artes Plásticas, le correspondió estar a cargo de espacios de exhibición pertenecientes a la Universidad de Chile: el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo de Arte Popular Americano, la Sala Universitaria y el Museo de Arte Latinoamericano que también pasaría a ser parte de las salas de exhibición administradas por el IAL. Entre las exposiciones realizadas, destacan: América, no invoco tu nombre en vano (1970), Homenaje al triunfo del pueblo (1970), Abstractos, geométricos y cinéticos (1970–71) y El arte brigadista (1971) entre otras. Todos los artistas que participaron en las exposiciones estaban comprometidos con la idea de generar una sociedad nueva. En muchos casos, las exposiciones se planteaban como un manifiesto que afirmaba la actitud militante de los artistas y su apoyo a la vía chilena al socialismo.
Además de las exposiciones mencionadas, el IAL participó en la organización de diferentes actividades artísticas entre ellas las muestras de serigrafías del Comité de Artistas Plásticos de la Unidad Popular, realizadas entre el 12 y el 22 de agosto de 1970. La primera de estas exhibiciones fue titulada El pueblo tiene arte con Allende. Estas series de serigrafías fueron realizadas con gran tiraje para una distribución nacional y vendidas a precios económicos, lo que causó una gran acogida en la población.
El IAL tuvo un abrupto y violento final con el golpe de Estado de 1973. Fueron muchas las actividades proyectadas que quedaron truncadas donde se hacía presente su fuerte compromiso con la descentralización de las actividades artísticas, el vínculo con los sindicatos; y generar proyectos de alfabetización y literatura infantil latinoamericana. La dictadura cívico-militar que le siguió produjo una serie de incontables y complejos cambios en la sociedad chilena. Podemos pensar hoy, la importancia de una orgánica como el IAL que trabajó para propiciar cambios políticos y culturales al compás de un momento socialmente convulso, con grandes transformaciones en el horizonte, y sobre todo con el desafío de configurar un arte nuevo, un arte socialista. Este nuevo arte con valores revolucionarios debía ser patrimonio de todos y todas, y al mismo tiempo expresión del desarrollo del continente latinoamericano.
Referencias
Libros y publicaciones asociadas:
Cofré, C., González, F., & Quezada, L. (2022). El arte como revolución: Debates, redes y actualidad del Instituto de Arte Latinoamericano. Santiago, Chile: Metales Pesados.
Instituto de Arte Latinoamericano. (1970). Separata de los Anales de la Universidad de Chile, Nueva Serie, abril-junio de 1970, Año CXXIX(1).
Mellado, J. P. (Ed.). (1997). Cuadernos de la Escuela de Arte. Santiago, Chile: Pontificia Universidad Católica de Chile, Año II(4).
Rojas Mix, M. A. (Ed.). (1973a). Cuadernos de Arte Latinoamericano: Dos encuentros: Encuentro de Artistas Plásticos del Cono Sur (Chile); Encuentro de Plástica Latinoamericana (Cuba). Santiago, Chile: Editorial Andrés Bello.
Rojas Mix, M. A. (Ed.). (1973b). Cuadernos de Arte Latinoamericano: Encuentro Chile-Cuba. Santiago, Chile: Editorial Andrés Bello.
Otros enlaces:
Archivo Graciela Carnevale https://archivosenuso.org/carnevale/colecciones#
Archivo Museo de la Solidaridad Salvador Allende https://www.mssa.cl/archivo-museo/
Galería








