
Club Deportivo Palestino
Nicolás Vidal (Santiago, 1979). Escritor, magister en Creación Literaria. Autor de libros de crónicas y novelas publicadas en diversas editoriales.
“Somos el único país del mundo que tiene dos selecciones nacionales”.
Mahmoud Abbas, 2016
El Club Deportivo Palestino es único en el mundo. No hay otro que se llame igual ni que haga flamear libremente la bandera de Palestina. Y está a 13 mil kilómetros de su madre patria. El hecho de que se haya fundado en un rincón tan lejano como Chile se explica porque aquí se encuentra la diáspora palestina más numerosa del mundo fuera de las naciones árabes. Hay más de quinientos mil descendientes palestinos viviendo en este país sudamericano.
Palestina estuvo bajo el control del Imperio Turco Otomano desde 1517. Durante cientos de años hubo un clima de cierta tolerancia y respeto a las minorías religiosas (léase judíos y cristianos). Sin embargo, ya al final del Imperio y sobre todo con el comienzo de la Primera Guerra Mundial, arreciaron las persecuciones contra los cristianos ortodoxos en la región. Los turcos eran aliados de Alemania en esa guerra brutal, por lo que muchos jóvenes prefirieron escapar antes de ser empujados a la muerte bajo la bandera de un ejército ajeno. Así fue como llegaron a Chile miles de inmigrantes de esta tierra, hace poco más de un siglo. Lo curioso es que llegaron a tocar la puerta y mostraron el único pasaporte que tenían: el turco. Por eso les dicen turcos a los palestinos, y por eso el mote no les cae nada de bien. Lina Meruane lo resume así en su libro Volverse Palestina: “El nombre enemigo impreso como una maldición eterna sobre el borroso mapa de aquella inmigración”.
El Club Sportivo Palestina fue fundado, según sus estatutos originales, el 25 de marzo de 1916, tal como se muestra en el documental 4 Colores de Aldo Guerrero. Al año siguiente, en noviembre de 1917, tuvo lugar la Declaración de Balfour que implicó la decisión del gobierno británico de apoyar el establecimiento de un “hogar nacional judío en Palestina”. Esta fue la primera piedra política para la creación del Estado de Israel. Luego, el 20 de agosto de 1920, en Osorno, se fundó oficialmente el Club Deportivo Palestino que existe hasta hoy, a propósito de unas olimpiadas de colonias extranjeras. Si bien en lo formal no son exactamente el mismo club, sí evidencia el hecho de que la diáspora palestina tenía perfecta consciencia de la pertenencia a su nación y, como tal, se organizaba en clubes deportivos que les permitía integrarse de mejor manera y socializar en el país que los recibió.
Parte de la estrategia para justificar la ocupación de Israel sobre el territorio palestino ha sido la negación de la existencia de Palestina, lo que se resume en la siguiente frase sionista: “Una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”. Sin embargo, antes de esa frase, mucho antes de la fundación del Estado de Israel (en 1947), como un desmentido categórico, ya existía en Chile –al otro lado del mundo– un club deportivo que tenía el nombre, emblema y bandera palestina.
Por eso es tan importante el nombre de Palestino, es tanta su significación política, que hubo un intento por cambiárselo. Es lo que Odette Yidi llama “genocidio cultural” en el libro Palestina, anatomía de un genocidio, que implica la eliminación de todo rastro de cultura palestina, para hacer como si no hubiesen existido. En el documental 4 Colores, el historiador Fuad Dawabe cuenta que el presidente del club, Amador Yarur, recibió en la década de los cincuenta una oferta de doscientos mil dólares de miembros de la colectividad judía en Chile para que Palestino cambiara su nombre por el de Club Deportivo Árabe. Se trataba de una verdadera fortuna para la época: un monto que equivale en la actualidad a más de dos millones y medio de dólares. El intento, por supuesto, terminó con un portazo.
La presencia del equipo en competencias internacionales, algo recurrente en la última década, ha sido muy importante para la explosión mediática que ha tenido el club desde que, en 2014, estrenó una nueva camiseta donde el número uno fue reemplazado por la silueta de un mapa de Palestina según sus límites originales hasta el año 1946, o sea, antes de que existiera Israel. Por ejemplo, a partir de su participación en la Copa Libertadores de 2015, los partidos internacionales del equipo son transmitidos en vivo por Al Jazeera, la principal cadena árabe de televisión. Además, sus partidos en el campeonato chileno eran transmitidos en los bares en toda Palestina gracias a la televisión satelital, aunque eso cambió desde octubre de 2023. En 2016, el club hizo una gira por Palestina. En ella, los jugadores fueron recibidos con honores de Estado por el presidente Mahmoud Abbas, quien les dijo: “Somos el único país del mundo que tiene dos selecciones nacionales”. Con el tiempo, esta relación se profundizó. De hecho, Palestino abrió escuelas de fútbol para niños y niñas en Palestina (dos en Ramallah y una en Belén). Y tenían todo listo para abrir otra en Gaza cuando comenzó el genocidio.
La sola existencia del Club Deportivo Palestino, desde su fundación, lo ha llevado a ser reconocido en el mundo entero como un emblema de resistencia cultural y deportiva frente a la ocupación colonial de Israel. Pese a encontrarse en el último rincón del mundo, cada vez que una persona viste una camiseta de Palestino, en cualquier parte del planeta, hace un llamado urgente a reconocer su existencia y detener el genocidio.
Referencias
Libros:
Meruane, L. (2021). Palestina en pedazos. Literatura Random House.
Vidal, N. (2024). Palestino: Un club único en el mundo. Fondo de Cultura Económica.
Zerán, F., Karmy, R., & Slachevsky, P. (2024). Palestina: Anatomía de un genocidio. LOM Ediciones.
Otros enlaces:
Guerrero, A. (Director). (2017). 4 colores [Documental]. Santiago, Chile: Artefactovisual.
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