32 refranes criollos

Silvia Dolinko, Historiadora del arte. Investigadora del Conicet, docen­te de la Universidad Nacional de San Martín, Decana de la Escuela de Arte y Patrimonio de la UNSAM.

Ciudad: Buenos Aires
Productor: Editorial Universitaria de Buenos Aires (Eudeba)
Personas Vinculadas: Luis Seoane, León Benarós, Oscar Díaz, Boris Spivacow
Ubicación: Biblioteca Nacional Mariano Moreno, Centro de Estudios Espigas-Fundación Espigas
País: Argentina
Año: 1965

Deseo que el pue­blo pueda gozar de lo que hago, que de algu­na mane­ra sirva a su sen­si­bi­li­dad y éste, creo, es el obje­to externo de todo arte, luego de ser­vir, pri­me­ro, a la pro­pia nece­si­dad expre­si­va del artis­ta. Yo trato de que en mi obra apa­rez­ca per­ma­nen­te­men­te todo lo que llevo den­tro de pue­blo. Soy pue­blo, ¿cómo no voy a desear que cuan­to haga le sirva? No entien­do otra posi­ción de artis­ta ni de hom­bre. Cada artis­ta, al hacer su obra, va expre­san­do a su pue­blo.

— Luis Seoane, 1958 

El libro 32 refra­nes crio­llos, com­pues­to por xilo­gra­fías del artis­ta Luis Seoane y una breve pre­sen­ta­ción del escri­tor León Benarós, se publi­có en noviem­bre de 1965 den­tro de la colec­ción Arte para todos de la Editorial Universitaria de Buenos Aires (Eudeba). 

Eudeba, diri­gi­da entre 1958 y 1966 por José Boris Spivacow, fue una de las ins­ti­tu­cio­nes emble­má­ti­cas del pro­ce­so de moder­ni­za­ción y una de las caras más visi­bles en la cap­ta­ción del nuevo públi­co a tra­vés de la difu­sión de obras en gran­des tira­das y a pre­cios popu­la­res, en los años del fenó­meno cono­ci­do como el “boom” de la lite­ra­tu­ra lati­no­ame­ri­ca­na. Al apun­tar a un con­su­mo masi­vo que fuera más allá del públi­co ini­cial de estu­dian­tes y docen­tes, la orien­ta­ción de divul­ga­ción cien­tí­fi­co-cul­tu­ral del catá­lo­go de la edi­to­rial se fue amplian­do duran­te el pri­mer lus­tro de los años sesen­ta con la inclu­sión de colec­cio­nes de lite­ra­tu­ra uni­ver­sal, lite­ra­tu­ra argen­ti­na, his­to­ria, eco­no­mía y arte. Dentro de esta diver­si­dad de con­te­ni­dos, en 1963 se lanzó la colec­ción Arte para todos, con­sig­na aso­cia­da con la idea rec­to­ra que Eudeba sus­ten­tó por aque­llos años: Libros para todos.

32 refra­nes crio­llos tiene un for­ma­to más redu­ci­do que el de las demás publi­ca­cio­nes de Arte para todos (28 x 20 cm.) a la vez que su con­te­ni­do con­lle­va otro rasgo par­ti­cu­lar: a dife­ren­cia de la tra­di­ción del libro ilus­tra­do donde la ima­gen acom­pa­ña­ba al texto, en este caso, lo cen­tral era la obra grá­fi­ca de Seoane, y el escri­to de Benarós sólo pro­lo­ga­ba las imá­ge­nes del artis­ta. 

Con una sóli­da tra­yec­to­ria como artis­ta grá­fi­co, pin­tor, mura­lis­ta y edi­tor de libros y revis­tas, entre otras acti­vi­da­des, Seoane era una figu­ra valo­ra­da den­tro del campo cul­tu­ral local desde hacía muchos años. Argentino-galle­go res­pe­ta­do tanto por su férrea toma de posi­ción repu­bli­ca­na y anti­fran­quis­ta como por su pro­duc­ción cul­tu­ral múl­ti­ple, era reco­no­ci­do como un inte­lec­tual com­pro­me­ti­do a nivel ideo­ló­gi­co y moderno en tér­mi­nos esté­ti­cos. Su víncu­lo con la pro­duc­ción grá­fi­ca, la ilus­tra­ción de tex­tos, el dise­ño de libros y revis­tas y la edi­ción de publi­ca­cio­nes con xilo­gra­fías con­ta­ba para ese enton­ces con un impor­tan­te his­to­rial. Sin embar­go, la ampli­tud de la edi­ción de Eudeba llevó a que su obra pudie­ra ser acce­si­ble a un públi­co mucho más exten­so que el que había teni­do hasta enton­ces.

Con 10.600 ejem­pla­res, esa pri­me­ra edi­ción de 32 refra­nes crio­llos tuvo 100 núme­ros para biblió­fi­los, secuen­cia­dos y fir­ma­dos por Seoane y con dos gra­ba­dos ori­gi­na­les fuera de texto, 500 ejem­pla­res de lujo encua­der­na­dos en tela y con un gra­ba­do del artis­ta en la cubier­ta, y 10.000 copias en edi­ción rús­ti­ca. Los trein­ta y dos refra­nes inter­pre­ta­dos por Seoane –“Al espan­ta­do, la som­bra le basta”, “Cuando el corral es chico hasta los grin­gos enla­zan”, “El que tiene cola de paja, tiene miedo que se le queme”, “Cuando fal­tan los gatos bai­lan los rato­nes”, entre otros– esta­ban dia­gra­ma­dos al cos­ta­do de cada estam­pa. Todas las imá­ge­nes inclui­das eran gra­ba­dos en made­ra ori­gi­na­les de Seoane, a uno o dos colo­res. Es decir, en lugar de la habi­tual repro­duc­ción foto­me­cá­ni­ca de las obras que rea­li­za­ba Eudeba, el libro esta­ba inte­gra­do por xilo­gra­fías sur­gi­das direc­ta­men­te de la impre­sión de las matri­ces de made­ra rea­li­za­das por el artis­ta: “Esta edi­ción ha sido impre­sa con los tacos ori­gi­na­les”, se acla­ra­ba en la pági­na de cré­di­tos. Así, esta pro­duc­ción de Eudeba otor­ga­ba a la obra de arte una visi­bi­li­dad iné­di­ta: más de diez mil per­so­nas podrían tener gra­ba­dos del artis­ta, y a un pre­cio acce­si­ble.

Si uno de los prin­ci­pa­les obje­ti­vos de Eudeba era el acce­so del gran públi­co al libro, entre las inquie­tu­des de Seoane se encon­tra­ba el acer­ca­mien­to de ese mismo públi­co a la pro­duc­ción artís­ti­ca. Fue jus­ta­men­te a par­tir de esta aspi­ra­ción que los tópi­cos “popu­la­res” con­for­ma­ron uno de los ejes fun­da­men­ta­les de su ico­no­gra­fía y su dis­cur­so visual moderno. Tal como sos­tu­vo en 1945:  

“No creo en el artis­ta apar­ta­do, como hom­bre, del pue­blo y al mar­gen de sus luchas. Los hay que se desa­rro­lla­ron en medio de la calle, entre las inquie­tu­des popu­la­res, escu­chan­do de los labios de las gen­tes sus temas fol­kló­ri­cos, sus leyen­das, con­tem­plan­do los tra­ba­jos de todos los días y con­mo­vién­do­les las ale­grías y los dolo­res popu­la­res”..

Antes de 32 refra­nes crio­llos, la obra de Seoane se había cen­tra­do en los tipos popu­la­res galle­gos, pero en esta publi­ca­ción el tópi­co fol­kló­ri­co se des­pla­zó hacia la tra­di­ción del refra­ne­ro argen­tino, en sin­to­nía con el pro­yec­to de Eudeba. La pro­pues­ta visual de Seoane tam­bién apun­ta­ba a ser una ima­gen para todos. Una figu­ra­ción clara y sin­té­ti­ca donde des­ple­ga­ba imá­ge­nes de gau­chos, caba­llos, toros y gui­ta­rrea­das con las que rea­li­za­ba una “glosa xilo­grá­fi­ca de los refra­nes del pue­blo”, como sos­te­nía Benarós, quien seña­la­ba el diá­lo­go entre lo popu­lar y lo moderno, y la lec­tu­ra sobre la cul­tu­ra argen­ti­na y la galle­ga que atra­ve­sa­ba la obra del artis­ta. 
La apa­ri­ción de este libro tuvo lugar en un momen­to en el que Eudeba tran­si­ta­ba por una de sus ins­tan­cias de mayor esplen­dor, tanto en lo que se refie­re a la pro­duc­ción edi­to­rial como a la cir­cu­la­ción de sus mate­ria­les. Esa coyun­tu­ra posi­bi­li­tó que, aun sin la firma direc­ta del artis­ta o la nume­ra­ción espe­cí­fi­ca pro­pia del códi­go de seria­ción del gra­ba­do tra­di­cio­nal, la obra plu­ral de Seoane se mul­ti­pli­ca­ra y lle­ga­ra en forma exten­di­da y eco­nó­mi­ca, a las biblio­te­cas de más de diez mil per­so­nas. Un libro-obra de arte que estu­vo al alcan­ce del gran públi­co y, si bien no llegó a ser, efec­ti­va­men­te, un arte para todos, logró mate­ria­li­zar un arte para muchos.

Referencias

Libros y publi­ca­cio­nes aso­cia­das: 

Braxe, Lino y Xavier Seoane (comps.) (1997): Luís Seoane, tex­tos sobre arte. Santiago de Compostela, Consello da Cultura Galega. 

Dolinko, S. (2012): Arte plu­ral. El gra­ba­do entre la tra­di­ción y la expe­ri­men­ta­ción. Buenos Aires, Edhasa.

Dolinko, Silvia y Pablo García Martínez (ed.) (2022): Materiales Seoane. Entre Galicia y Argentina. Santiago de Compostela, Consejo da Cultura Galega.

Gociol, J. (ed.) (2012): Libros para todos. Colecciones de Eudeba bajo la ges­tión de Boris Spivacow (1958–1966). Buenos Aires, Biblioteca Nacional. 

Gutiérrez Viñuales, Rodrigo y Miguel Anxo Seixas Seoane (2007): Buenos Aires. Escenarios de Luís Seoane, A Coruña, Fundación Luís Seoane. 
Seoane, Luís (1974): Arte mural. La ilus­tra­ción, Buenos Aires, Sudamericana.

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